17 jun 2009

¿Campañas Políticas?

Las campañas políticas nos tienen a los ciudadanos saturados, una época, que debería de ser de conocer propuestas y planes de trabajo, se ha cambiado por una temporada en la cual, los que quieren ser nuestros empleados (al final de cuentas nosotros pagamos su sueldo y campañas) se dedican a bombardearnos con anuncios que hablan de empleo; pero no de cómo lo van a lograr, hablan de haber tenido una infancia difícil; pero no dicen como eso nos beneficia a los ciudadanos, cambiaron las pocas propuestas; por ataques, nos hablan de mejor calidad de vida; pero no tienen ni una pinche idea de como lograrlo, nos hablan de que ahora si viene un verdadero cambio; cuando han estado en el poder por años y no han logrado nada, nos prometen el sol, la luna y las estrellas; cuando eso han venido haciendo toda su vida y no han cumplido nada, nos hablan de una mejor educación; cuando la mayoría de ellos tienen más que la primaria. En fin, prometen tantas cosas y nada cumplen

Esperaría que algún candidato o miembro de sus equipos me pudiera contestar las siguientes preguntas:

1.- ¿Cómo esperan que votemos por ustedes con las campañas tan patéticas que tienen?

2.- ¿Por qué votar por el que más ruido genera en la calle, acaso no están concientes de la contaminación auditiva y de lo molesto que es para las personas de los alrededores el ruido que generan?

3.- ¿Por qué voy a votar por un partido que contamina mi ciudad con ruido y con panfletos que no dicen gran cosa y lo peor de todo, pagado con nuestros impuestos?

4.- ¿Acaso no hay nada mejor en que gastar nuestros impuestos, que en campañas políticas?

5.- ¿No pueden hacer nada mejor, en pro de la ciudadanía, las personas que tienen en los cruceros agitando banderas y haciendo una “fiesta”?

6.- ¿Por qué votar por unos candidatos que se indignan cuando la ciudadanía los pone como payasos? No deberían de reflexionar ustedes ¿Qué es lo que han hecho o dejado de hacer para que los ciudadanos no los tomemos en serio?

7.- ¿Por qué tenemos que volver a creer en el mismo de siempre?, ¿¿Por qué seguir manteniendo a alguien que sido sólo un mantenido y que siempre ha vivido a expensas de nuestros impuestos?

8.-¿Por qué votar por políticos que no han hecho otra cosa más que empobrecer al estado y nos tienen como uno de los estados más marginados?

9.- ¿Por qué votar por aquellos que sólo se acuerdan de la gente cuando necesitan de los votos?

10.- ¿Por qué votar por políticos que sus únicas propuestas son las despensas, los espectaculares, los pendones y demás panfletos?

Creo que esas preguntas ejemplifican el sentir de muchos ciudadanos, que al igual que yo ya estamos hartos y cansados de tener una clase política de ese estilo y que anularemos nuestro voto, como forma de hacernos notar, de demandar un cambio de fondo en ustedes y en nosotros.

Así que ya lo sabes...
Este próximo... anula tu voto.
Dejémosle claro a los políticos que ya no nos engañan, que ya estamos hartos de ellos.

¿Quién es el señor Pérez?

Se le ve nervioso por las calles tratando de convencer a la gente de ser el mejor candidato, pero la gente ya no es como antes y eso lo sabe el señor magaña y el sequito de seguidores que le acompañan, repartiendo volantes pegando calcomanías a los autos, liderando desfiles de payasos con la bomba como su mayor representante, si esas son las propuestas políticas de un DIPUTADO FEDERAL, señor Pérez Magaña con payasadas no cambiara el rumbo del país, sinceramente si usted cree que un comediante de cuarta es quien lo llevara a ganar la candidatura esta usted mal, los tuxtepecanos y demás habitantes del distrito 01 no somos retrasados mentales para que con esas estrategias carentes de contenido pretenda usted ganar simpatizantes, si cree que se nos puede engañar con ese tipo de desfiles está usted mal señor Eviel Pérez Magaña.

Es increíble pensar que el señor Eviel Pérez Magaña, cree que haciendo verbenas populares y sacando payasos a la calle ganara votos, pero lo que yo me pregunto es si usted se ha preguntado, sabe quién es el Señor Pérez Magaña?

El Señor Eviel Pérez Magaña es un priista de la vieja escuela, muchos priistas le han dado la espalda por que saben el tipo de prácticas personales que tiene este señor, de una moral muy relajada con varias amantes en la ciudad, es una persona poca confiable, carente de personalidad o sentido de liderazgo, vacía de conocimientos que solo ha durado un año en los puestos de gobierno en los que ha estado, hagamos un poco de historia.

Pocos Tuxtepecanos lo recuerdan pero era el año 2000 cuando ocurrieron las elecciones Municipales de la Ciudad de San Juan Bautista Tuxtepec Oaxaca, en la cual en dichas elecciones el Señor Eviel Pérez Magaña perdió las elecciones al lado de su contrincante Alfredo Ahuja quien gano las elecciones por mas de mil votos, pero el Señor Eviel Pérez Magaña y sus muchachos tenían otros planes para el pueblo de Tuxtepec, pasarse por el arco del triunfo el sufragio y sentir de los ciudadanos y manipulando las elecciones.
El día de las elecciones el Señor Eviel Pérez Magaña sin argumento alguno se declaro oficial ganador de las elecciones, ese mismo dia se llevo a la Ciudad de Veracruz, hecho que todo mundo sabe, al entonces Presidente Consejero del IFE, por unos DRINKS, para que con esto dejar solas las instalaciones del ife y poder Manipular las urnas donde se encontraban los votos de los ciudadanos tuxtepecanos.

Entonces, uno de sus criados mas cercanos, Zenón Bravo dueño de uno de los periódicos mas pichurrientos de Tuxtepec, entro a las instalaciones del IFE, abrió las urnas y empezó a cancelar votos que favorecían al candidato Alfredo Ahuja para que así pudiera ganar con 500 votos de diferencia las elecciones el Señor Eviel Pérez Magaña.
Esto no fue suficiente, hubo una disputa y Eviel y sus secuaces ganaron las elecciones bajo la protección de uno de los abogados más corruptos de Tuxtepec, el Licenciado Jaime Aranda, quien gracias a esa acción le regalaron una Diputación, donde hace lo mismo que nada.

Para que hizo todo ese arguende Eviel Pérez Magaña, si al año de ser Presidente Municipal ganando de mala manera las elecciones, robando el sufragio de los tuxtepecanos, el señor a un AÑO de ser elegido abandona el puesto y se va como candidato de Diputado FEDERAL.

Bueno por si todo esto fuera poco, el señor Eviel Pérez Magaña, pasándose por el arco del triunfo la ley, decide poner como presidente a Cesar Torres Loyo uno de sus allegados quien era Secretario de Hacienda del Municipio de Tuxtepec, pero a quien legítimamente correspondía dicho cargo era al presidente municipal suplente, Arturo Tenorio Puya.
Bueno pues una vez más, gana las elecciones de diputado federal con viejas practicas y mala leche, como comprando votos al sindicado de maestros y cerveceros y repartiendo despensas comprando votos al estilo mas puro del PRI.

En el cargo de Presidente Municipal del Municipio de Tuxtepec solo dura un año, y en el cargo de Diputado Federal también solo dura un año, dejando a Zanata Gasparin como suplente de diputado a quien nunca se le vio por la cuenca del papaloapan, después se va como director DEL IVO ( instituto de vivienda oaxaqueño ) a enriquecerse vilmente, favoreciendo a su constructora con jugosos contratos para construir viviendas mal hechas en todo el estado, de las llamadas cajas de huevo que se les conoce como viviendas de Interés Social.

Por si esto fuera poco, en dicho cargo también dura solo un año mas y se va como secretario de Obras públicas, para hacerse de un dinerito con otros contratos mas favoreciendo a sus constructoras para hacerse su colchón para las elecciones de Diputado.

Ahora el señor, cree que con todo ese historial delictivo puede venirse a parar a Tuxtepec a querer ganarse la simpatía de los tuxtepecanos que saben que no hizo nada por su pueblo, no hay una sola obra en toda la ciudad que el Señor Eviel Perez Magaña pueda decir que el la hizo.

Toda esta confabulación de Puestos de Gobierno del Señor Eviel Perez Magaña solo deja en claro que el señor no esta comprometido con el servicio publico, el señor lo que quiere es cumplirle los encargos a Ulises Ruiz, Gobernador de Oaxaca pues algunos creen que si gana de Diputado será candidato a Gobernador.
Ciudadano Oaxaqueño nosotros tenemos el poder para ponerle un alto a este político mentiroso de malas mañas, no dejemos que gane mas votos y aspire a ser gobernador, votar por Eviel es un voto perdido.
Despues tendremos la segunda parte de quien es el señor Eviel Perez Magaña

Conozca a su candidato 2009

Cortesía de Agente Equis
Ninos y niñas, los saludo desde la región norte de Oaxaca. Sí efectivamente, de ese tan estado maltrecho del que sólo se escuchan puras cosas nefastas. Pobre en economía pero rico en caciques. La mayoría apuradamente sabe leer y coordinar palabras, pero tal parece que eso tiene compensación con todas las palabras e infamias que retóricamente salen de las bocas de los politucuchos de mierda.

Sobra decir que la clase política, no es otra más que la que aborta el PRI. El mismo viejo nuevo PRI. El tiempo aquí se ha detenido, si visitaran algunos lugares recónditos el día hoy y pudieran viajar a través del tiempo 50 años atrás, verían lo mismo.

Pero los mercaderes del dolor, de la pobreza, del analfabetismo son los que han asegurado su porvenir a través de la política. Una y otra vez aparecen en la boleta, una y otra vez inexplicablemente salen triunfadores.

Conozcan a Eviel Pérez Magaña
eviel Las malas lenguas aseguran que él es “el próximo gober”, y lo dicen con la misma certeza que se tiene de que mañana saldrá el Sol. Protegido, incondicional, amigo, que digo amigo, compa! del infame Ulises Ruiz. Conocido por todos ustedes por sus hazañas, su gran corazón y buenas obras. Pero este Pérez es más bien conocido por sus habilidades atléticas, el salto de longitud. Lo de “chapulinear” cargos públicos es lo suyo.

En 2001, contendió por la alcaldía de Tuxtepec, Oaxaca. La elección se decidió en los tribunales que le dieron el triunfo. El cargo lo tomó el primer día de 2002. Para las elecciones intermedias de 2003, dejó botado el changarro en marzo, se lanza para diputado, y gana. ** En total Pérez estuvo como alcalde 15 de los 36 meses. Inicia su diputación en septiembre del 2003. Para el 2004, Ulises Ruiz es “electo” gobernador, Ulises recluta a Pérez para hacerlo su achichincle.

El mandato de Ruiz inicia en diciembre de 2004. ** En total Pérez estuvo como diputeibol 15 meses de los 36. Ni una vez subió a la tribuna, ni presentó propuesta alguna. Se limitó a levantar el dedo. Ulises Ruiz, lo lleva de la mano, lo proyecta, pensando en Pérez como su sucesor, le aconseja que renuncie a sus secretaría y afiance su imagen con rumbo a las elecciones para gobernador en 2010. Como afianzar la imagen? Pues como diputado, OTRA VEZ.

Pérez renuncia a su cargo en enero de este año. ** En total Pérez estuvo como achichincle de Ruiz 4 de 6 años. ** Si ganara la elección del 5 de julio y tiene miras puestas en la grande: Pérez estaría MENOS de un año como diputado en el Congreso!
Que clase política señores, tantos cargos y nada de promesas cumplidas. Tantas palabras en las campañas (hasta te saludan de mano, abrazan y toda la cosa!) para que al final boten el changarro y con gran descaro vuelven a pedir votos para otro cargo, con la intención de no terminarlo

PARA POLÍTICOS NULOS, VOTOS NULOS


Habemos ya demasiados que somos apolíticos, no por postergar, no por falta de interés, no por falta de conocimiento, simplemente porque sentimos que ningún político nos representa, sentimos que sus ideologías están empolvadas y añejas, que tenemos una izquierda de chiste mal contado, una derecha aún obsesionada con el control, el disciplinamiento y la normalización, un centro y centro-izquierda aún muy jovenes, caóticos y en extremo autoindulgentes.

La abstinencia a votar es la opción que muchos hemos tomado en el pasado, pero esta opción es infértil, vacía, no expresa nada y no trae como consecuencia nada, es pasividad y supuesta “objetividad” traducida en quedarse abajo del caballo mientras otros toman las riendas.

¿Sientes que ningún político te representa? anula tu voto e infórmate del creciente movimiento que se está creando para hacer de esto un símbolo, algo que tenga impacto en la realidad, la expresión de la inconformidad, porque quedarse callado siempre es opción… la favorita de los pusilánimes.

¿CÓMO SE ANULA UN VOTO?

1) Marcando más de dos casillas.

2) Tachando TODA la boleta (Mi favorita, el símbolo visual se vuelve claro y lleno de significado)
3) Que el “tache” salga del recuadro y toque otros recuadros

El voto en blanco, un voto positivo

Néstor de Buen
Es obligación ciudadana ejercer en esta ocasión el derecho de voto. Se trata de la contribución para la elección de miembros del poder ejecutivo municipal, que tanto importa para la vida común y, lo que me parece aún más importante, la participación en la elección de 50 por ciento del Poder Legislativo, ése que debe convertirse en la vía en que la representación de los ciudadanos decide sobre las reglas del juego, proponiéndolas o sugiriendo su reforma.

Nada obliga a que el voto se atribuya a una candidatura especial, a uno de los muchos partidos políticos que hoy muestran las caras de sus elegidos y algunos mensajes que, al menos, garantizan la indiferencia, como esos que proponen renuncias si no logran la seguridad. Lo que ocurre es que está difícil que se renuncie de antemano a algo que no se tiene.

Existe la opción de cumplir el requisito del voto sin otorgarlo a ningún candidato y, por lo mismo, a ningún partido. Hoy se produce una corriente de miedo frente a la posibilidad del voto en blanco. No es, por supuesto, abstención.

La razón es evidente: un voto en blanco mayoritario sería la más notable expresión de desprecio hacia unos partidos políticos que no inspiran la menor confianza.

Respecto del PRI, existe una larga historia de fraudes, de acciones irresponsables, de ficción política que radica en su propio nombre, creado en la época del presidente Miguel Alemán, que expresa la contradicción más notable: el "Partido de la Revolución Institucional", cuando la revolución es esencialmente la ruptura con las instituciones de un sistema que no funciona, que es exactamente lo que ha hecho el PRI: destruir los principios sustanciales de nuestra Constitución y sus antecesores y antecedentes: los Flores Magón y su Partido Liberal; Salvador Alvarado, el gran gobernador militar de Yucatán y su vocero en el Constituyente, Héctor Victoria; la labor soberana de los jacobinos que encabezaba Francisco J. Múgica, que hicieron posible el artículo 123, obviamente con el texto anterior a la adición vergonzante que le hizo López Mateos con el apartado "B"; Lázaro Cárdenas con su expropiación petrolera, hoy en trance de ser cancelada, y la ejecución de la reforma agraria que Carlos Salinas deshizo al romper con la propiedad ejidal.

El PAN, con un sexenio y medio de poder, no lo ha podido hacer peor. Inseguridad; crisis económica que ciertamente no es sólo privilegio de México; pobreza en crecimiento; ejercicio de un poder político en beneficio de empresarios sin vergüenza y en perjuicio de sindicatos democráticos; deportación de extranjeros rompiendo la tradición fundamental de ser la casa del exilio político; pobreza en la elección de los responsables de las diferentes secretarías de Estado; represión contra partidos políticos a la vista de las elecciones que vienen, y otras linduras por el estilo.

El PRD, desperdiciando la mejor oportunidad de su vida al caer en un desgraciado juego para la elección de sus dirigentes, que ha puesto en grave riesgo la situación de la izquierda mexicana, tan en precario por regla general y que podría lograr ahora una mayoría si no hubiera sido por sus problemas íntimos.

De los demás partidos poco hay que decir. Sólo, por señalar algo, la enorme contradicción entre una propaganda en favor de la ecología, que es en favor de la vida, y un discurso oportunista en favor de la pena de muerte en que se ha colocado el Partido Verde Ecologista. Se le olvida algo fundamental: las fallas lamentables del Poder Judicial que en el caso de la pena de muerte no tienen remedio.

El voto cancelado no es un voto en blanco. Por el contrario, es un voto de protesta, un voto ciudadano que reclama por esa vía su molestia esencial ante la falta de respeto por sus derechos; la conversión de la política en instrumento de intereses personales o de grupos no representativos.

Hace muchos años que los mexicanos hemos perdido la confianza en las autoridades. Al votar cancelando la boleta estamos llevando a cabo un acto político positivo, proclamando una alerta para que no se repita lo negativo. Hay demasiada experiencia que justifica plenamente la falta de confianza en las autoridades. Hoy se hace aún más notable cuando los que tienen a su cargo la seguridad del país son los primeros en ser arrestados por sus alianzas indecentes con el narcotráfico, sin olvidar que pervirtiendo su función principal se ha convertido al Ejército en un cuerpo policiaco para lo que no está preparado ni constituye su objetivo. Y no quiero insistir en las alianzas indecentes entre las autoridades laborales y los sindicatos más corruptos.

Pienso que un voto en blanco mayoritario constituirá la expresión más rotunda de la inconformidad. Por supuesto que existe el riesgo de que algún partido resulte beneficiado aunque obtenga una minoría mayoritaria, y todo hace suponer que el PRI sería el candidato a alcanzar esa posición. Pero valdrá la pena el riesgo, que podría ser una llamada de atención para que los partidos cambien de actitud y busquen en la democracia lo que han dejado atrás en sus quehaceres.
México es un país espectacular. Nuestra posición geográfica, la abundancia de litorales, la obra ancestral prehispánica, la frontera misma con el país que cuenta, a pesar de sus crisis, con la economía más desarrollada; el arte, la educación y la cultura; su literatura de valores universales; la capacidad de atraer turismo. Todo ello sería la base para un desarrollo que bien lo merece nuestro pueblo. Pero tendríamos que borrar una palabra que nos identifica: corrupción. Vale la pena intentarlo.

¿Quién está detrás del voto blanco?

Reporte Índigo
Si la semana pasada los partidos políticos sospechaban que uno de ellos podía ser el autor intelectual del movimiento, con el paso de los días se dieron cuenta que no, y reorientaron sus sospechas hacia un eventual “compló” de los “poderes fácticos”.

Todos pusieron a trabajar a sus respectivos equipos de inteligencia para tratar de descubrir cuál de estos poderes fácticos está alimentando a los “apátridas” y “antidemócratas” votantes blancos.
Y es que los políticos —eso parece estar cada día más claro— son incapaces de suponer, o tan siquiera de imaginar, que es factible que millones de ciudadanos, aun sin conocerse y sin haber de por medio una costosa campaña de publicidad, hayan llegado a la misma conclusión, al mismo tiempo.

Los políticos creen que esto del voto nulo empezó hace dos semanas como producto de una campaña orquestada como tantas otras que ellos mismos han llevado a cabo en el pasado. Su egocentrismo no les da para admitir la posibilidad de que la gente piensa y siente.

Creen que el ciudadano es estúpido, sordo, ciego, mudo, autómata e insensible.

Condenan como Demetrio Sodi, que ha pasado por todos los partidos, cualquier expresión ciudadana.
Ingenuos

Algunos otros son tan ingenuos, que creen que la gente apenas se acaba de dar cuenta de que las guarderías son concesiones del favor político y del nepotismo.

Imaginan, según el partido en que militen, que la gente cree que los Bejaranos sólo existen en el PRD, que los Montieles sólo se dan en el PRI, o que los Castellanos Gómez del Campo o Hildebrandos sólo existen en el PAN.

Creen que la sociedad ignora cómo se concesionan las gasolineras. Cómo se otorgan las notarías. Cómo se asignan los contratos millonarios de transportes de Pemex. Cómo se adjudicaron los bancos.
Cómo se asignan o se cancelan las concesiones aéreas, o cómo se “ganan” las licitaciones públicas del gobierno.

Creen que el ciudadano no es capaz de entender por qué razones el tesorero de un estado, como Fernando Elizondo, actual candidato a gobernador de Nuevo León, firmó cheques escritos a mano —todos emitidos el mismo día— para conceder préstamos a funcionarios de primer nivel del gobierno de Fernando Canales Clariond.
Se rasgan las vestiduras cuando alguien dice que anulará su voto porque suponen que un sufragio nulo es un desperdicio.

Creen que los mexicanos tenemos la obligación de votar por el menos peor de ellos, cuando no hay de dónde escoger porque todos son iguales.
Les preocupa que a menos de 30 días del 5 de julio, se sigan sumando electores a la iniciativa de votar en blanco.

Por eso, esta semana, y sin tener identificado a su enemigo, todos los partidos y todos los políticos se unieron a una cruzada orquestada por el IFE para combatir el voto blanco.

¿Quién podría haber imaginado que Marta Sahagún y Vicente Fox coincidirían con la postura de Andrés Manuel López Obrador? ¿Cómo llegaron a ponerse de acuerdo Jesús Ortega, Germán Martínez y Beatriz Paredes como presidentes de sus respectivos partidos? Su preocupación es tal, que todos acudieron al llamado del IFE para grabar sus videos contra el voto blanco.

El colmo fue que el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, quien debería ser el más respetuoso de la expresión ciudadana, se lanzó contra los defensores del voto en blanco.
“Ni cosquillas hará el voto nulo a los partidos”, dijo Valdés Zurita el miércoles pasado. También advirtió que “anular la boleta electoral no tiene implicaciones”.

¿Podría esperarse una postura diferente?
Ciertamente no. Sobre todo cuando sabemos que los políticos fueron a sacar a Valdés Zurita de su escuela de catadores de vinos de León, Guanajuato, para ungirlo como incondicional consejero presidente del IFE.

Si los políticos lo pusieron, ellos mismos podrían destituirlo, y el presidente del órgano electoral lo sabe.

¿Cuándo se darán cuenta los políticos de que el rechazo ciudadano empezó a gestarse desde hace mucho tiempo? ¿Cuándo caerán en la cuenta de que quienes están detrás del voto blanco son millones de mexicanos?

¿Cuándo tendrán conciencia de que el 5 de julio no será el final, sino apenas el principio de algo más trascendente de lo que ellos se imaginan? Probablemente nunca. O, en el mejor de los casos, cuando ya sea demasiado tarde para ellos, pero no para los mexicanos.

Más allá del voto

Escrito por Abraham A. Rasgado González

En las últimas semanas se ha puesto de moda la cruzada para anular el voto el próximo 5 de julio. De inmediato, los intelectuales del poder se han puesto a darnos clases de democracia a través de la televisión para enseñarnos a nosotros, pobres ignorantes, que anular el voto no es lo políticamente correcto, que es dañino para la democracia y que nadie tomará en cuenta a los anulantes. Puede ser que sean ciertas y válidas esas premisas, pero lo son en lugares en donde hay prácticas democráticas auténticas, y no en donde hacen un simulacro de democracia, como en México.
En nuestro país, a la democracia se la usa para darle aires de legitimación a los poderes oligárquicos, a los poderes de facto (televisión, narcotráfico, gobiernos que arribaron al poder mediante fraudes electorales, etc.). A la democracia se la nombra para descalificar cualquier descontento social, regañando a los inconformes porque no utilizan los causes “democráticos” e institucionales para expresar sus desacuerdos. Es decir, es sólo un recurso retórico, que desprestigia a esa palabra, si es que algún prestigio le han dejado: están tratando de darnos el mensaje de que no sirve de nada protestar, de ninguna forma que ellos no aprueben y den su visto bueno. Buen intento, pero yo no me la creo.
El voto, dicen esos sabios de la democracia mexicana, no se debe desperdiciar anulándolo. Entonces, ¿es mejor desperdiciarlo votando por el PRI, por el PAN, por el PRD o por cualquier otro partido que son la misma cosa podrida? El voto, lo recalcan, es la esencia de la democracia. ¿Cuál es su democracia? ¿Cuál es esa democracia que nos inventan y que nos mienten?
Alexis de Tocqueville, en su monumental obra sobre estos temas1, hace un estudio positivo de la democracia, pero deja de señalar ciertos vacíos de este sistema, no por falta de capacidad intelectual del gran filósofo, sino porque han surgido factores que en 1835 de Tocqueville ni siquiera se imaginaba existirían; y hasta hace poco igualmente se ha intentado un estudio de la democracia a partir de sus deficiencias.2 Pero estos tratados sobre la democracia se hacen a partir del punto de vista europeo, desde su particular experiencia, y desde esa noción, analizan y juzgan lo que la democracia es y debe ser en América Latina. Y así, los mexicanos que analizan a la supuesta democracia mexicana (los intelectuales de Televisa) lo hacen con una colonización mental vergonzante, pensando como europeos o como estadunidenses, y es por eso que sus análisis están bien para Inglaterra o Francia o Florida, pero no para México. Además de que la mayoría de los comentaristas televisivos, son sicarios políticos, pagados por el poder para arrullar al poder.

Cuando inició la invasión de América, en 1492, los españoles no supieron ver la democracia existente en estas tierras. Los españoles no supieron ver lo otro que había frente a ellos. Sólo vieron algo diametralmente opuesto a lo que ellos eran, y decidieron aplastar, reprimir, acabar, cambiar eso que los indígenas eran. Cortés no supo ver lo que Moctezuma le decía. Moctezuma le dijo a Cortés: toma mi reino, es tuyo. Cortés pensó:

Esto yo en mi sano juicio jamás lo haría, nunca abdicaría a favor de otro que llegase de la nada. Y entonces Cortés juzgó desde su yo, y no entendió al otro. Y la carnicería inició.

Hasta el día de hoy seguimos desdeñando lo que los indígenas practican desde su resistencia democrática: por racismo, por colonización mental y teórica. Hasta hoy seguimos imitando modelos que nada tienen que ver con nuestra organización como sociedad.

Ahora, nos dicen que si anulamos el voto, beneficiaremos a los partidos con voto duro. Nada de eso. Si acudimos a votar y tachamos una de las opciones, sólo estaremos diciéndole sí a la misma corrupción de siempre, a un PRI mafioso, a un PAN corrupto e incapaz y a un PRD traidor (aunque realmente todos los partidos son una mezcla de todos esos errores). Estaremos legitimando, a la fuerza, a un sistema que nos tiene cansados. Y ni siquiera habrá que anular el voto (a los que se van a tomar la molestia de ir a la casilla) siguiendo esa campaña sospechosa para invalidar el sufragio, sino como una forma de hacer patente la deslegitimación de un sistema ya acabado y que nos está fundiendo. Es decir, hay que hacerlo por convicción, y no por moda.

Con el voto no se agota la democracia. La democracia requiere de una lucha pertinaz por la defensa del voto cuando éste es defraudado. Primero decían: si no votas, cállate; cuando el pueblo acudió a las urnas y sintió un fraude a su voluntad, alzó la voz y el poder le dijo: si ya votaste, ahora cállate otra vez. Ahora están diciéndonos: vota y cállate. No. No tenemos por qué acudir siquiera a legitimar de una forma indirecta a los mismos de siempre. ¿Por qué un priísta que se pasó al PRD tendría que ser ahora bueno? ¿El PRD purifica políticamente?

En días anteriores, acudí a una celebración que la comunidad gay de Tehuantepec organizó en el salón Tanguyú. Observé que el candidato del PAN muy amistosamente saludaba a la concurrencia. Y pensé: ¿en época electoral el PAN no piensa que la homosexualidad es una enfermedad? ¿En época electoral el PAN no cree que los ca muxe deban estar en un clóset? ¿El PAN, para ganar votos, olvida su odio hacia los homosexuales? ¿Y los homosexuales, apoyan a quienes los odian? La hipocresía de los políticos está a la vista, y lástima que la gente se trague los cuentos de siempre.

Yendo a votar no se solucionará ningún problema, al contrario, ya se ha demostrado que sólo se empeoran más las cosas: ofrecen empleo, ofrecen seguridad, ofrecen estabilidad, y por supuesto que sucede todo lo contrario. ¿De plano la sociedad no se cansa de ser engañada siempre? ¿Sigue creyendo en las mentiras de siempre? ¿Ahora sí van a cumplir? ¿Quién lo garantiza, su palabra? Ojalá y el pueblo recapacite y se dé cuenta que nunca los partidos políticos serán la solución a los problemas. Ya vimos lo que ha pasado en nuestro municipio, que se sacó a la corrupción e incapacidad priísta, y entró la corrupción y la incapacidad del candidato de Convergencia. Y lo mismo si entra el PAN o el PRD. Ya hemos visto, y ahora ¿con qué nuevas mentiras nos van a salir? Todos son lo mismo.

Tenemos que ir más allá del voto. Organizar a una sociedad desarticulada, pero fuera de los partidos políticos, fuera del sistema, fuera de las reglas que niegan las libertades al pueblo. Aparte de mostrar nuestro rechazo al sistema no yendo a votar, se tiene que exigir a los que estén gastándose el presupuesto, la rendición de cuentas. Los intelectuales de Televisa dicen que hay que protestar porque no hay reelección inmediata en los puestos de elección popular. Nada de eso. Hay que protestar porque los que están en esos puestos, a nadie representan más que a las mafias políticas y a sus intereses.

La sociedad, con no ir a votar, no está dando un mensaje final, es apenas el inicio de la manifestación del hartazgo generalizado. No ir a votar es apenas el inicio de una rebelión popular. Puesto que salir a protestar hoy es peligroso, ahora el pueblo ha decidido no ir a sufragar por un corrupto. ¿O cómo piensan esos intelectuales que se deben mostrar las inconformidades, esperando a que ellos mismos nos aprueben los métodos correctos? Éste es un primer paso. Démosle una patada a todos los partidos y a todo el sistema electoral corrupto.
Yo no voto. Me organizo.



_________________
1 Alexis de Tocqueville, La democracia en América, D. F., México, FCE, 2005, 751 pp.

2 Pueden consultarse de Norberto Bobbio, El futuro de la democracia, D. F., México, FCE, 2007, 214 pp. De Alain Touraine, ¿Qué es la democracia?, D. F., México, FCE, 2006, 309 pp., etc.

10 jun 2009

Mi voto en blanco

Lydia Cacho
La gran mayoría de personas adultas poseedoras de una credencial electoral hemos pasado los últimos dos meses preguntándonos y debatiendo qué hacer con nuestro voto. Las y los políticos por su parte han montado un circo espectacular, la credibilidad de quienes conforman el aparato del Estado ha llegado a su límite y va sin duda alguna hacia una estrepitosa caída. Es por ello que todos los partidos, sin excepción han elegido la mercadotecnia de la fama y el nombre para cooptar votos. Vemos carteles de deportistas, modelos, boxeadores, escritoras, bailarinas, corruptos cantantes de música cristiana, hijos de multimillonarios harineros, jefes de noticias de monopolios televisivos; todos ellos prometiendo honestidad y efectividad. El tratamiento que los partidos nos están dando como sociedad al elegir a sus candidatos es el de imbéciles. El insulto no podía ser mayor. El PRI y el PAN se coluden para ganar a costa de los derechos de las mujeres, el PRI y el PRD se hermanan y venden candidaturas en los estados; el caos es intencional no casual. Las elecciones manipuladas no construyen una democracia, la impiden.

México está viviendo un periodo negro. La delincuencia, dice Ernesto López Portillo, se ha convertido en una forma de vida, se ha masificado el mercado de la ilegalidad. El país celebró el cambio de partido en el poder y ahora entendemos que al desmoronarse el régimen experto en administrar el crimen, la violencia y la ilegalidad, estas se masificaron y quedaron fuera de control.

De la mano de ese hecho político, está el fortalecimiento de políticas que favorecen a los ricos y excluyen a los pobres. El Estado no está capacitado para imponer la ley. Lo que sigue igual que antes es la falta de transparencia en todas las áreas de la vida política. Mientras las y los periodistas arrojamos luz ante la élite en el poder que alimenta la descomposición del país, la sociedad se indigna ante grabaciones, las élites se ríen, las televisoras se coluden con las élites y los partidos nos dicen que vivimos en un sistema político en el cuál mandan las mayorías: una democracia. Si no fuera indigno causaría risa.

En la medida en que los partidos pongan en las cámaras de diputados y senadores a sus operadores, a personas famosas, ignorantes del manejo de los mecanismos del poder y la política, desconocedoras de las leyes y sus vericuetos, las élites corruptas que ahora controlan el poder en el país, tendrán un mayor éxito en su empresa de fortalecer el pacto de impunidad que tiene paralizado al país. El voto forzado a lo “menos peor” es el peor de los votos. Que las buenas escritoras escriban, que los deportistas ganen medallas, que los cantantes canten, que las televisoras engañen desde su propio espacio, pero que no monten el teatro de la democracia.
Por esas razones y otras más yo anularé mi voto con la leyenda ANULO MI VOTO. Aunque no exista la figura jurídica del voto en blanco como en Argentina, aunque los partidos digan que salieron nulos, ellos sabrán muy bien que el mensaje es: no soy tu cómplice, no me engañas, no me usas, esos candidatos no me representan. El abstencionismo es abulia, el voto anulado es una acción ciudadana, un acto de libertad, una rebelión pacífica, un acto de congruencia, un acto de civismo.

La contracampaña

Álvaro Delgado
Proceso
De la frustración, el resentimiento y el desprecio que concita el degradado sistema político mexicano emerge, desde vastas zonas del país, un movimiento de ciudadanos que convoca a poner un “hasta aquí” a los políticos, los partidos y la representación popular, como la Cámara de Diputados, a través de una acción insólita: ir a las urnas sólo para anular el voto.
Se trata de un fenómeno espontáneo que empezó a tomar forma organizada en Puebla, en marzo pasado, y que se ha extendido con rapidez a varios estados de la República, sobre todo a través de páginas de Internet y blogs y que se propone, en las elecciones del 5 de julio, lo que parece una paradoja estéril: reformar el sistema político mexicano repudiándolo.
“Anulando el voto estamos diciendo que este sistema no funciona y queremos cambiarlo, y tenemos la esperanza de que el mensaje sea de tal manera fuerte e inevitable que fuerce a los políticos a entrar en una reflexión para reformarlo”, explica Gabriel Hinojosa Rivero, dirigente del movimiento Gobierno de Segunda Generación (G2G), pionero de esta singular protesta, que ya le generó amagos de castigo en Puebla.
“Rechazo a los partidos y sus candidatos, pero no a la democracia”, aclara el movimiento “Tache a todos” que encabeza Hinojosa, quien con ese nombre lanzó una página de internet que expone las razones para anular el voto, instruye cómo hacerlo e inclusive convoca a un concurso de cartel y video con premios de hasta 21 mil pesos.
Primo de Felipe Calderón, jefe del Ejecutivo, y primer alcalde del Partido Acción Nacional de Puebla capital, militancia a la que renunció en 2004, y aspirante a ese mismo cargo en 2007 con el apoyo del Partido del Trabajo, Hinojosa afirma que es preciso que haya candidaturas ciudadanas, reelección de legisladores, reducción de diputados y creación de partidos municipales.
En este movimiento, aclara, nada tiene que ver Calderón: “Le tengo aprecio y respeto como pariente y como presidente también, pero queda claro que yo no estoy en su proyecto y tengo una trayectoria muy clara desde antes”.
–¿Han hablado sobre esto?
–Sí, desde luego. Desde antes de todo esto él dijo: “Tengo gran aprecio por tu capital político en Puebla. Me da mucha pena que no lo insertes en mi partido, pero respeto profundamente que sigas tus propias convicciones”. Él lo lamenta, pero respeta. Y yo lo aprecio y lo respeto a él.
Con diversos nombres, pero con el mismo objetivo de repudio a los políticos mediante la abolición del voto en la casilla, estrategia que contrarresta al mismo tiempo la abstención –dicen sus promotores–, proliferan iniciativas en la Ciudad de México y en varios estados del país, cuyos diagnósticos, agenda de discusión y aun la creatividad para persuadir a los potenciales “anulistas”, difieren.
En Jalisco, por ejemplo, el lema del movimiento que inclusive ya irrumpió en las calles de Guadalajara el viernes 22 de mayo, es categórico y ha concitado controversia: “Para políticos nulos, votos nulos”.
Carlos Páez Agraz, quien junto con Gladis Martínez, Margarita Sierra, Etienne von Bertrab, Bernardo Jaén, Jaime Meade y Juan Carlos Soto comenzó el movimiento en esa entidad, no tiene duda: “La enfermedad de México es su régimen. Tenemos que cambiarlo de manera no violenta y la primera etapa es: Así no”.
Con base en el artículo 39 constitucional, que establece que el pueblo tiene en todo momento el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno, el grupo promotor de Jalisco comenzó a reunirse en abril para revisar datos sobre armonía, prosperidad y sustentabilidad, que “demuestran que caemos en picada”.
Expone: “Conviven una crisis económica que parece devastadora, la descomposición política, los crecientes niveles de violencia, y estamos entre los tres países más corruptos y violentos del mundo. El tejido social está desgarrado, 84% de mexicanos desconfiamos mucho de otros mexicanos. Estos problemas de primer plano ya no pueden ocultar uno peor, que es el deterioro del territorio”.
En entrevista por correo electrónico, Páez Agraz, ingeniero civil de 41 años de edad y consultor de organizaciones sociales, afirma que el primer paso para transformar el sistema político es el grito de “hasta aquí” que representa anular el voto en la casilla.
“Existen muchas propuestas de modificaciones a las leyes tremendamente inteligentes y bien planteadas: juicios orales, revocación de mandato, candidaturas ciudadanas, el agua como derecho humano, ordenamiento territorial, control social de lo público, etcétera. Muchos ciudadanos y organizaciones están preparados para construir una agenda y empezar a deliberar. La pregunta es si debemos meterle más parches a nuestro contrato social o si tenemos que diseñar uno nuevo.”
El movimiento “políticos nulos, votos nulos” ha establecido una red de comunicación con activistas de Puebla; Torreón, Coahuila; Mexicali, Baja California; y el Distrito Federal, con los que se trabaja vía electrónica, sin conocerse personalmente, cada cual con sus peculiaridades.
“Ver a México como un todo es muy complejo en este momento. Cada estado de la República tiene sus particularidades, cacicazgos, pero también tiene ciudadanos interesados. Lo que está claro es que, sin distinguir colores, los políticos no tienen nada que presumir ni nada que prometer que sea creíble”, subraya el activista.
Y pone el ejemplo de su propio estado: “Jalisco ha hilvanado 14 años de gobiernos estatales panistas, quienes han encontrado el camino para coexistir con los demás partidos mediante el reparto de puestos, poderes y presupuestos. Los sindicatos siguen controlados por el PRI, Francisco Ramírez Acuña tiene sometido al PAN, Raúl Padilla López, exrector de la Universidad de Guadalajara, controla brutalmente a muchos académicos, al PRD estatal y a un sector importante del PRI.”
Resume: “Jalisco parece estancado políticamente en los setenta, pero con el PAN al mando. Para muestra el Chinguen a su madre que nos propinó el actual gobernador, Emilio González Márquez, el año pasado. En democracia, en cuatro horas estaría fuera y con proceso legal abierto”.
En San Luis Potosí el movimiento se reduce sólo a la capital, reconoce Noel Algara, un expanista de 29 años de edad y líder de un grupo de rock, quien sin embargo prevé crecimiento de la propuesta de anular el voto por el desencanto generalizado en la política, como a él le ocurrió:
“El cansancio por nuestro desigual y excluyente sistema político, la molestia de ver consolidada una partidocracia en México, un IFE al servicio de los intereses partidistas y una democracia vapuleada, prostituida y engañada por unos cuantos de siempre, fueron algunos de los motivos que reunieron a varios amigos para buscar la manera de generar una conciencia alternativa.”
–¿Con qué estados se ha establecido comunicación?
–Hemos sido visitados en internet por gente de Aguascalientes y de Chihuahua. Se animan al saber que hay muchas personas con intención de anular su voto y decir ¡ya basta! En sus respectivos estados también se escuchan las mismas voces. Esto está creciendo.
Boicot efectivo, no abstención
El llamado a anular el voto en las elecciones del 5 de julio cobra relevancia en el contexto de la guerra sucia entre los partidos políticos, el selectivo embate policiaco del gobierno de Calderón contra opositores y, sobre todo, el desastre económico del país acreditado por las propias cifras oficiales.
Junto con diagnósticos y agenda consistentes para argumentar por qué es políticamente útil anular el voto, aparecen también convocatorias desenfadadas y hasta humorísticas con el mismo fin, como la del blog “Yo voto por quien quiera”, dirigido a los jóvenes y que llama a votar por un ídolo.
En vez de cruzar toda la boleta, se propone escribir en el espacio en blanco de la boleta el nombre de personajes como Kurt Cobain, Pancho Villa, Jim Morrison, Tin Tan, Juan Rulfo, John Lennon, Sor Juana Inés de la Cruz, Jimi Hendrix, María Félix, Aristóteles, Frida Kahlo, Simone de Beauvoir, Che Guevara, Heath Ledger, Emiliano Zapata, Benito Juárez o Ricardo Flores Magón…
“Esta es la forma como protestaremos contra la corrupción del sistema político mexicano. Queremos que nos escuchen, que nos vean, que nos lean”, subraya la convocatoria, y aclara que no se debe votar por alguien que esté vivo y pone el ejemplo del actor Diego Luna.
“Nadie nos asegura que el PAN, PRI, PRD, Verde, Convergencia, Panal, PT, PSD o el que sea, después lo contraten para que salga en un anuncio televisivo pagado por nosotros y diga: ‘Soy Diego Luna, no puedo ser tu candidato, pero te digo que votes por el X diputado…’. Es muy peligroso porque no faltará quien desvirtúe el movimiento y diga que todos los jóvenes somos de determinado partido. Por eso mejor difundir que votaremos por muertos... ¡Así no hay pierde!”
Este blog se ufana de que a esta iniciativa se han sumado otros espacios en Internet, entre ellos Ciudadanos en Red, que en efecto reproduce la convocatoria. Lo paradójico es que esa iniciativa forma parte de Metrópoli 2025, cuyo consejo directivo preside Demetrio Sodi, candidato panista a delegado de Miguel Hidalgo.
Los “anulistas” coinciden con los abstencionistas en que todas las opciones son inaceptables, pero no comparten su pasividad e indiferencia.
“Levantarnos a anular nuestro voto nos convierte en ciudadanos ejerciendo el derecho de rechazar a los partidos y sentar las bases para construir una mejor democracia”, establece el movimiento “políticos nulos, votos nulos”.
Por su parte, en el blog “Anúlalos” de Germán Petersen, estudiante de la licenciatura en Ciencias Políticas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) de Guadalajara y ganador del primer lugar del Certamen Nacional Juvenil de Ensayo Político 2007, expone las diferencias entre anular el voto y abstenerse:
“Para nada es nuevo que muchos mexicanos no se presentan a votar el día de las elecciones con el pretexto más burdo que uno se pueda imaginar. El abstencionismo consciente como forma de protesta corre el riesgo de perderse entre ese grupo de personas que por flojera, desidia o cualquier otra razón sin sentido, simplemente no se presentan a votar. Además, la cifra de abstencionistas varía mucho de elección a elección; en cambio, el porcentaje de votos nulos prácticamente nunca ha rebasado el 2.5% en el estado. Vayamos a votar, pero de una forma que transmita nuestro descontento. La anulación es la mejor que podemos encontrar”.

Vota en blanco


Por: http://www.votaenblanco.org.mx/
México no pertenece a los amarillos o a los azules, a los rojos o a los verdes. Nuestro país, donde viven nuestros hijos y seres queridos, nos pertenece a todos los ciudadanos. Nuestro apellido es México.

Como ciudadanos creemos en la unidad y el trabajo, la creatividad y la participación.

Y en esta hora de adversidad tenemos que unirnos para mostrar el poder de la gente. Tenemos que decirlo con todas sus letras los partidos políticos en este país no representan a los ciudadanos.

Hemos visto el terrible espectáculo de la clase política donde la trampa, la mentira, la transa y la corrupción son su modo de operar. Pero eso, no es México.

Desgraciadamente los partidos políticos sólo se escuchan y se cuidan entre ellos. Han hecho un pacto de impunidad, que nos orilla a una situación cada vez más grave y peligrosa. Tenemos que actuar.

SI HAY SOLUCIÓN

Nosotros pensamos que sí hay solución ante esta grave situación: es nuestra participación y nuestra unidad:

VOTAenBLANCO

Convocamos a los mexicanos a participar en las urnas y que si no se sienten representados, tienen en sus manos una salida, votar en blanco.

Es un llamado a acudir a las urnas, es un llamado a participar. Pero si el menú que nos ofrecen los partidos, son los mismos de siempre con las promesas de siempre. Si pretenden darnos la misma receta que tanto daño nos causa votaremos en blanco. Con esa manifestación diremos que ningún partido nos representa. La idea no es abstenerse es participar anulando el voto.

Queremos ser ciudadanos con respuestas creativas a nuestros problemas y no quedarnos con los brazos cruzados.

Demos el paso con el poder de nuestro voto para decirles a los partidos, no con palabras, sino con nuestra participación, que permitan que los ciudadanos puedan ser electos sin tener que venderse a un partido.

Para que nuestra vacuna ciudadana fortalezca a México

Las tareas son:

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Acude a las urnas vistiendo en blanco

votaenblanco.org.mx
Somos Más

Anulo porque puedo, quiero y ya no creo


Gabriela Warkentin

"¡Voy a anular el voto para que sepan que no me representan!"

Cuando varios millones de mexicanos consideran la posibilidad de acudir a las urnas para anular el voto, algo está sucediendo.

"Luego se hacen como que nada pasa, ¡voy a anular mi voto para que les quede claro que estoy hasta la madre!"

Cada sociedad encuentra sus formas de protesta, de mostrar su hartazgo, de articular un ¡ya basta! Y la mexicana parece estarlo haciendo acorde con la realidad en la que vive. Anular el voto no es lo mismo que abstenerse, y si los tomadores de decisión en este país estuvieran escuchando, se darían cuenta. Pero no sé si eso es mucho pedir.

"Te invito a meditar sobre la diferencia existente entre anular el voto y permanecer en casa rascándose la panza. Si tú estás satisfecho con alguno, adelante. Yo voy a anular."

El 5 de julio se celebra en México el equivalente a elecciones intermedias en las que contienden candidatos a diversos cargos federales y locales. Salvo por algunos estados del país, en los que la elección de gobernador despierta el interés local (y el nacional por la proyección que ese resultado pueda tener a nivel federal), las elecciones intermedias no suelen provocar las mismas pasiones que, por ejemplo, la votación sexenal por Presidente. En esto no hay sorpresa: recordemos la imagen deteriorada de los políticos, la desconfianza de los electores y la poca vinculación entre legisladores y ciudadanos. Encuestas de los últimos años muestran que para los mexicanos, son los diputados, los partidos políticos y la policía quienes tienen la peor imagen. Resulta por tanto casi obvio que la elección de legisladores no sea del interés generalizado de una sociedad de por sí agraviada, aunque también cada vez más afirmada.

"Sí voy a ir a votar, precisamente porque me importa. Pero voy a anular mi voto, porque todos son una bola de corruptos. ¡No hay a quién irle!"

Las elecciones de este 2009 se están agitando más que las de algunos periodos anteriores. La posibilidad de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) triunfe muy por encima del gobernante Partido Acción Nacional (PAN); el desplome en las preferencias electorales del Partido de la Revolución Democrática (PRD) tras la gran cantidad de votos que cosechó apenas en 2006 (con un candidato presidencial que se quedó a un palmo de la grande); la reforma electoral que desterró de radio y TV los contenidos "negativos" y la posibilidad de terceros de adquirir espacios; la irrupción más abierta de Internet como escenario de batallas (y el lodazal de campañas negativas burdas, poco ingeniosas y revanchistas). Esto sin contar el enfrentamiento del gobierno con el crimen organizado, la influenza A N1H1 y su impacto en la de por sí ya debilitada economía, etc. Ese es el México del 2009 que deberá salir a votar en unas semanas.

"Emitir un voto responsable e informado es imposible en este país, no votes con el 'corazón'. ¡ANULA!"

Sí se preveía ya una elevada abstención, por ser las elecciones intermedias, pero también porque partidos y candidatos simplemente no "prenden". Comenzó ahora a cobrar fuerza y a hacerse visible un movimiento a favor de la anulación del voto: no la abstención, sino la abierta anulación como forma de protesta. La encuesta más reciente, publicada por el diario Reforma para medir la intención electoral, coloca ya en un 10% el número de quienes consideran la posibilidad de anular el voto. Internet y sus mundos albergan múltiples manifestaciones en esta línea: jóvenes estudiantes que circulan viralmente vídeos youtuberos; discusiones apasionadas en Facebook; cadenas de correos electrónicos que invitan a sí acudir a las urnas, pero a anular el voto; sitios y movimientos como DHP* (Dejemos de Hacernos Pendejos, alguno de cuyos integrantes arguye que el voto nulo es propuesta más que protesta). Por supuesto los medios tradicionales (radio, TV y prensa escrita) han retomado esta discusión (y hay quienes dicen, no sin algo de razón, que la han alentado para cobrarle las facturas correspondientes a los políticos de siempre). Pero también en las sobremesas de quienes ni siquiera usan Internet con regularidad, la posibilidad de anular el voto es tema ya de debate.

"Votar por el menos malo es como comprar la fruta menos podrida del mostrador."

2009 encuentra en México una ciudadanía implicada de formas diferentes. Cuando alrededor de una cuarta parte de la población tiene acceso regular a Internet; cuando las problemáticas son crecientes; cuando los liderazgos formales parecen atrapados en la coyuntura y con poca perspectiva de futuro; y cuando los jóvenes y ciertos segmentos urbanos comienzan a alzar la voz, podrían estar sucediendo cosas nuevas. Aunque, podría también no suceder nada.

"Es muy congruente ser ciudadano y anular el voto.Todos los que no nos sentimos representados por ningún candidato, deberíamos ser escuchados, y tenemos el derecho consciente y pensado de anular nuestro voto."

El sistema mexicano tiene la maleabilidad suficiente para asimilar este tipo de disensos. Si quienes abogan por anular el voto lo ven como un fin en si mismo, si no se articula un movimiento civil a favor de una renovación integral, si no surgen liderazgos que brinden perspectiva, si el día de las elecciones el conteo no refleja la dimensión del voto nulo, la propuesta no será más que un chispazo de inconformidad manifiesta. Hay por supuesto también quienes rechazan la anulación del voto como solución: desde quienes apelan a la responsabilidad ciudadana, hasta quienes simplemente se decantan por la abstención ante una situación "que ya no tiene salida".

Esto de anular el voto es una moda que dejará muy mal sabor de boca, ya que muchos de la izquierda ilustrada, por jugar a la contracultura, le dejarán el juego completo a la derecha otros tres años....

Sea como fuere, cuando varios millones de mexicanos consideran la posibilidad de acudir a las urnas para anular el voto, algo está sucediendo. Pero tal vez no muchos estén escuchando. O no todavía.

Mi voto ¿nulo?

Jacobo Zabludovsky
Bucareli
El próximo 5 de julio votaré con un tachón sobre las boletas.
México está envuelto hoy en la controversia política de más interés en los últimos tiempos.
Una elección en que no se decide la Presidencia de la República, que generalmente atrae poca atención y votantes, se ha colocado en forma súbita como tema de discusiones, polémicas, conversaciones y hasta pleitos familiares. El voto ha cobrado importancia gracias a la presencia abrumadora de ciudadanos que se oponen a depositarlo en las condiciones legales vigentes. Las consideran injustas, contrarias a la esencia de la democracia que es el derecho de elegir a sus gobernantes. El corsé explotó y la voluntad asusta a los dueños del mecanismo. Su impunidad y arrogancia los hizo olvidar que Lucifer no se fue al infierno por malo sino por soberbio. Ahora son llamados a juicio mediante un procedimiento inesperado: el voto nulo.
Se abren posibilidades que es conveniente no confundir a la hora del voto. Cuatro entre las que me envían lectores iracundos son las más abundantes: no ir a votar, ir a escribir una mentada de madre en cada boleta, ir y dejar todo en blanco, ir a tachar cada nombre y logotipo.
No ir a votar es una conducta confusa: la abstención es característica de toda votación en México, su porcentaje suele ser altísimo y en la coyuntura próxima puede atribuirse a viejos vicios y no a este fenómeno de protesta popular. Si queremos expresar nuestro desacuerdo, no podemos quedarnos en casa. Hay que ir a las casetas, comprobar que en la lista de ciudadanos registrados se anota nuestra presencia con los documentos que nos autorizan a ejercer nuestro derecho. Eso es muy importante porque permitirá que del total de votos depositados en cada caseta puedan restarse los tachados o en blanco y así hacer de ellos votos de repudio.
Debemos hoy, más que nunca, ir a votar.
Las mentadas de madre carecen de validez legal. Aunque se escriban con buena letra no tienen fundamento jurídico que obligue al destinatario a acatarlas. Podrían ser tomadas por los escrutadores como un insulto y no como petición o consejo. Se sugiere no complicar las cosas. Lo ideal en este caso es hacer llegar el mensaje a quien corresponda y en propia mano, atención elegante que el hijo aludido deberá agradecer.
El voto en blanco, que en la última novelita de Saramago da lugar a una crisis más grave que la del ensayo de la ceguera, tiene una rendija peligrosa: nadie garantiza que una mano negra no rellene los huecos. Ya lo sé, representantes de todos los partidos vigilan la limpieza del procedimiento. Sí, pero son los que están contra la protesta, quieren que nada cambie, que el voto sea en favor de sus designados y no contra el sistema creado por ellos mismos. El voto en blanco es la iglesia en manos de Lutero. La ocasión hace al ladrón. De todos modos, los votos en blanco serán anulados. Y por lo tanto, contarán como nulos.
Por eso es mejor el tachón. Rayas cruzadas, atravesadas, engarzadas, curvas o rectas, que no dejen lugar a dudas sobre la intención del votante. Obsérvese que no es una abstención. Es un voto, una manera legal, porque no está prohibida, de votar. Es un voto que expresa una voluntad de influir para cambiar. Lo declararán nulo. De eso se trata. La declaración será certificado de nacimiento de una manifestación que, por pequeña que sea, nadie podrá ignorar. Constará en las actas. Votamos. Somos los del voto nulo. No tenemos pastor y no somos corderos. Somos los vecinos del 19 de septiembre de 1985.
Los poderes políticos y fácticos sienten pasos en la azotea. Presienten que más que un voto anulado es una especie de inesperado plebiscito. No hay manera de anular el voto nulo.
Defender el derecho de elegir libremente a sus gobernantes, es el propósito concreto de una población amorfa, vaga, pero tan real como su unión solidaria en un ágora de chips y .com.
Viene una contraofensiva. La gaceta religiosa dijo que la anulación es una actitud antidemocrática. Que debemos votar por candidatos. Representantes de sindicatos afines, líderes charros, gremios empresariales, intelectuales domésticos y artistas exclusivos expresarán su asco al voto nulo. Desde las telenovelas hasta los juegos de fútbol se usarán para convencer al público del peligro de la anulación que pone en riesgo a la patria.
Pero no se le puede poner puertas al campo. La primavera ha venido, nadie sabe como ha sido. Sí se sabe don Antonio: ha llegado por internet.
Y no se deje equivocar: anular es votar, no para matar a la democracia, sino para fortalecerla. Para anular lo que la agrede.Es una forma de darle contenido a una mentada de madre.